Lo que realmente cambia el destino nunca son los "grandes planes" escritos en los cuadernos. Son esos hábitos discretos los que nadie te alaba, y se tarda medio año en ver un pequeño cambio: moverse cada día, dormir bien, tomar el sol y respirar profundamente; limpiar la habitación, escribir algún resumen, dar las gracias de vez en cuando y revisar regularmente; aprender gestión financiera, realizar inversiones a largo plazo, leer libros, practicar habilidades, aprender instrumentos musicales y aprender idiomas extranjeros; reducir la socialización ineficaz, perder menos los nervios, pensar menos y mantener la concentración; Come limpio, hazte un examen físico a tiempo y pasa más tiempo con tu familia. Estas cosas triviales, es la más silenciosa, más estable, la menos sofisticada, Pero en realidad es el poder que puede impulsar silenciosamente la vida de una persona hacia arriba. La mayoría de la gente no puede cambiar su destino. No es porque no puedas hacer cosas grandes, Pero no puede aferrarse a estas "pequeñas cosas". Puedes convertir estas cosas ordinarias en un hábito, El destino cambiará poco a poco para mejor para ti.