Hay mucho valor en diversificar la "duración" del contenido que consumes. Diferentes tipos de contenido (historia, blogs, investigaciones académicas, redes sociales...) te informan sobre tendencias importantes en diferentes horizontes temporales. La historia te enseña a pensar en décadas y siglos. Las redes sociales pueden enseñarte mucho sobre el momento presente. Un buen blog puede informarte sobre el estado del mundo de 3 a 12 meses desde que lo lees. Y la investigación académica (si puedes desarrollar un buen criterio) puede mostrarte lo que está a 1-5 años vista. Todos son útiles. Y consumir en exceso (o en defecto) cualquiera de ellos te hará ciego en alguna dimensión.