En realidad, necesitamos que los europeos del Nuevo Mundo regresen a Europa porque son los únicos que no se dejarán pisotear por los matones de la calle y se defenderán. El europeo promedio hoy en día tiene los brazos superiores del tamaño de su muñeca (porque todo lo que hacen es correr o jugar al pádel), así que la mayoría no puede y no se defenderá, que es la razón por la que estamos en esta situación en primer lugar.